4 de septiembre de 2009

Promoción

Juan trabajaba en una empresa hace dos años. Siempre fue muy serio, dedicado y cumplidor de sus obligaciones. Llegaba puntual y estaba orgulloso de que en 2 años nunca recibió una amonestación. Cierto día buscó al gerente para hacerle un reclamo: - Señor, trabajo en la empresa hace dos años con bastante esmero y estoy a gusto con mi puesto, pero siento que he sido postergado. Mire, Fernando ingresó a un puesto igual al mío hace sólo 6 meses y ya está siendo promovido a Supervisor. El gerente mostrando preocupación le dice: - Mientras resolvemos esto, quisiera pedirte me ayudes a resolver un problema. Quiero dar fruta al personal para la sobremesa del almuerzo de hoy. En la bodega de la esquina venden fruta. Por favor, averigua si tienen naranjas. Juan se esmeró en cumplir con el encargo y en 5 minutos estaba devuelta. - Bien Juan, ¿qué averiguaste? - Señor, tienen naranjas para la venta. - ¿Y cuánto cuestan? - ¡Ah!, no pregunté por eso. - Está bien, pero ¿viste si tenían suficientes naranjas para todo el personal?- Pregunta, algo serio. - Tampoco pregunté por eso señor. ¿Hay alguna fruta que pueda sustituir a las naranjas? - No sé señor, pero creo... - Bueno, siéntate un momento.- Le interrumpió el gerente. El Gerente cogió el teléfono y mandó llamar a Fernando. Cuando se presentó, le dio las mismas instrucciones que le dio a Juan y en 10 minutos estaba de vuelta. Cuando retornó, el gerente le preguntó: - Bien Fernando, ¿qué noticias me tienes? - Señor, tienen naranjas; suficientes para atender a todo el personal. Y si prefiere también tienen plátano, papaya, melón y mango. La naranja está a 1.5 pesos el kilo, el plátano a 2.2 el racimo, el mango a 0.90 el kilo, la papaya y el melón a 2.8 pesos el kilo. Me dicen que si la compra es por cantidad, nos darán un descuento de 8%. He dejado separada la naranja pero si usted elige otra fruta debo regresar para confirmar el pedido. - Muchas gracias Fernando, pero espera un momento. Mira a Juan, que aún seguía esperando estupefacto y le dice: - Juan, ¿qué me decías? - Nada señor, eso es todo, con su permiso. Moraleja: Es importante hacer nuestro mejor esfuerzo, aún con las tareas más sencillas; ya que de otra forma nadie nos confiará tareas de mayor importancia. Todas las veces que empleamos correctamente la información, tenemos la oportunidad de imprimir nuestra marca personal. Debemos destacarnos aún en las cosas más sencillas.

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