11 de octubre de 2009

Sea como un muerto

En los ojos del anciano maestro había un reconfortable destello de paz permanente. Solo tenia un discípulo al que paulatinamente iba impartiendo la enseñanza mística. Como lección del día le dijo al discípulo: -- "Hoy acércate al cementerio y, una vez allí, con toda la fuerza de tus pulmones, comienza a gritar toda clase de halagos a los muertos." El discípulo camino hasta un cementerio cercano. El silencio era sobrecogedor. Quebró el silencio gritando toda clase de elogios a los muertos. Después regreso junto a su maestro. --Que te respondieron los muertos? -pregunto el maestro- --Nada dijeron. --En ese caso, vuelve al cementerio y lanza toda suerte de insultos a los muertos. El discípulo regreso al silencioso cementerio y a pleno pulmón comenzó a soltar toda clase de improperios contra los muertos. Después de unos minutos, volvió junto al maestro que le pregunto al instante: --Que te han respondido los muertos? --Nuevamente, nada dijeron --repuso el discípulo-- Y el maestro concluyo: --"Así debes ser tu: indiferente, como un muerto, a los halagos y a los insultos de otros." Los Sabios Dicen: Quien hoy te halaga, mañana te puede insultar, y quien hoy te insulta, mañana te puede halagar. No seas como una hoja a merced del viento de los halagos e insultos. Permanece en ti mismo mas allá de unos y de otros.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario