15 de noviembre de 2009

La zorra y el hombre labrador.

Había un hombre que odiaba a una zorra porque le ocasionaba daños ocasionalmente. Después de mucho intentarlo, pudo al fin capturarla, y buscando vengarse de ella, le ato a la cola una mecha empapada en aceite, le prendió fuego y la dejo libre para que corriera y así divertirse con el mal que le había hecho. Pero, lamentable para el labrador, la zorra corría hacia los campos que cultivaba aquel hombre. Era la época en que ya se estaba listo para la recolección del producto y el labrador contemplo llorando, como al pasar ella por sus campos, se quemaba toda su producción. Procure ser comprensivo e indulgente, pues siempre sucede que el mal que generamos, tarde o temprano se regresa en contra nuestra.

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