1 de diciembre de 2009

El servicio


El servicio produce satisfacción y crea necesidad, nos hace indispensables.

Nunca servir en forma proporcional a la recompensa buscada. El hacerlo con valor agregado atrapa clientes de por vida.

Servicio es agregar valor al producto. Servir bien no basta: hay que hacerlo en forma extraordinaria.

Vende y sirve, sirve y vende, es el secreto mercadológico. Nunca vender lo que no podemos servir.

Servir bien es la pequeña diferencia en la que se finca la grandeza; es un desafío sólo para mentes triunfadoras.

El servicio enriquece a quien lo recibe y engrandece a quien lo otorga. El servir en forma magistral es privilegio de seres nobles y extraordinarios.

Servir es la oportunidad que tenemos para manifestar nuestra auténtica capacidad.

Los que han servido en su tiempo han quedado para siempre en la memoria universal de la humanidad.

Nuestro mejor epitafio será: Aquí yace un ser humano que sirvió en su tiempo.

Dios le ha servido siempre a la humanidad. Cabría preguntarnos: ¿Nosotros le hemos servido a Dios para colaborar en su creación? Servir con alegría es una forma sublime de amar a Dios.

                                                                                                                                                                                           Miguel Ángel Cornejo

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