(N. del editor: en el siguiente texto, puedes reemplazar la palabra "Dios" por la que mejor funcione para ti).
El único sobreviviente de un naufragio fue visto sobre una pequeña e inhabitada isla, estaba orando fervientemente, pidiendo a Dios que lo rescatara, y todos los días revisaba el horizonte buscando ayuda, pero ésta nunca llegaba.
Cansado, eventualmente empezó a construir una pequeña cabañita para protegerse, y proteger sus pocas posesiones. Pero entonces un día, después de andar buscando comida, el regresó y encontró la pequeña choza en llamas, el humo subía hacia el cielo. Lo peor
que había pasado, es que todas las cosas las había perdido.
El estaba confundido y enojado con Dios y llorando le decía: "¿Como pudiste hacerme esto?"
Y se quedó dormido sobre la arena.
Temprano de la mañana del siguiente día, el escuchó asombrado el sonido de un barco que se acercaba a la isla. ¡Venían a rescatarlo! y les preguntó:
"¿Cómo sabían que yo estaba aquí?".
Y sus rescatadores le contestaron: "Vimos las señales de humo que hiciste..."
Es fácil enojarse cuando las cosas van mal, pero no debemos perder el corazón, porque Dios está trabajando en nuestras vidas, en medio de las penas y el sufrimiento.
Recuerda: la próxima vez que tu pequeña choza se queme.... puede ser simplemente
una señal de humo que surge "GRACIAS A DIOS".
(Gracias, Luis S. -Argentina-)
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