"Cuidado cuando ganes una discusión. Significa que alguien perdió.
Si amas a esa persona, eres parte de esa pérdida.
Si no amas a esa persona, tienes una tarea por delante.
En lo que a mi respecta, si hay un conflicto con otro ser humano y alguien declarara que es una situación
en la cual se gana o se pierde, elegiría perder.
Prefiero perder mi ego, mi postura, mi necesidad de tener razón, antes que ganar.
Prefiero que alguien que amo aprenda de ganar antes que infligirle una pérdida. Es una pérdida demasiado grande para mi.
Y cuando llegamos a la esencia, no existe ganar ni existe perder.
Existe solamente una experiencia.
Si actúo con integridad y amor no importa quién tiene la razón. Ni siquiera importa lo que sucede.
Lo que importa es que hice una inversión adentro mío.
Si me apego a mi historial de limitaciones, que tiene peso sobre el presente, perdí la guerra aunque gane la batalla.
Si me presento yo, y presento mi punto de vista con amor, sin apego al resultado, he ganado cualquier batalla antes de que comience.
Gana el que aguanta hasta el final.
Y nunca he considerado que la frase se refiera a una competencia con otra persona.
Cuando me la digo a mi mismo, quiero decir que éste que está adentro de mi va a ganar.
Porque cuando la personalidad externa se da por vencida e inventa sus excusas, éste adentro de mí seguirá adelante, haciéndolo lo mejor posible".
(John Roger, "El Tao del Espíritu").
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