El poder es, más que nada, percepción.
No usarlo es el uso más potente que se le puede dar.
La idea consiste en usar la mínima cantidad de poder para crear la cantidad máxima de cambio.
El poderoso elegante puede aplicar el poder selectivamente, como un láser, de manera cuidadosa y casi sin resistencia, de modo que aquellos a quienes aplica ese poder no se sientan abrumados.
EN VEZ DE ELLO, SE SENTIRÁN MOTIVADOS.
PETER GUBER
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