16 de mayo de 2009

EL BILLETE DE 50 DOLARES

Julio, deprimido, se reúne con su amiga Ana en un bar y descarga en ella sus angustias... que el trabajo, que el dinero, que la relación con su pareja, que sus socios...

Todo parecía estar mal en su vida.

Ana extrae de su bolso un billete de 50 dólares y le dijo: ¿Quisieras tener este billete?

Julio, confundido al principio, contesto:

Claro, son 50 dolares ¿quien no los querría?

Entonces Ana arrugo el billete hasta hacerlo una pequeña bola.

Muestra ese bollo a Julio y  pregunto: Y ahora, ¿lo quieres tambien?

Claro!! siguen siendo 50 dolares.

Ana procede ahora a tirar la pequeña bola al suelo, salta sobre el y luego lo levanta ese billete arrugado y sucio.

Mira a Julio y le pregunta ¿Lo sigues queriendo?

Mira Ana, sin entender a donde vas, te repito: es un billete de 50 dolares y mientras no lo rompas, conserva su valor...

Julio, debes saber que aunque a veces algo no salga como quieres, aunque la vida te arrugue o pisotee, sigues siendo tan valioso como siempre lo has sido...

 

Lo que debes preguntarte es cuanto vales en realidad y no lo golpeado que puedas estar en un momento determinado.

Julio se quedo mirando a Laura sin atinar con palabra alguna, mientras el impacto del mensaje penetraba profundamente en su cerebro.

Ana puso el arrugado billete a su lado en la mesa y con una sonrisa cómplice agregó:

Toma, guárdalo, para que te acuerdes de esto cuando te sientas mal...

Pero me debes un billete nuevo de 50 dolares para poderlo usar con el próximo amigo que lo necesite. Le dio un beso en la mejilla y se alejo hacia la puerta.

Julio volvió a mirar el billete, sonrió, lo guardo y con una renovada energía pago la cuenta y se retiro del bar.

Cuantas veces dudamos de nuestro propio valor, de que realmente merecemos más y que podemos conseguirlo si nos lo proponemos?

Claro que no basta con el mero propósito... Se requiere acción y existen muchos

caminos.

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