15 de junio de 2009

“El momento más oscuro del día es justo antes de amanecer”

Seguir Navegando

Por David Montalvo

El mar está enfurecido, las olas se mueven constantemente y hay una tormenta azotando los vientos. Es difícil manejar el barco, sin embargo el capitán toma el timón y logra sacarlo a flote.

Lo mismo sucede con la vida. Hay momentos en que no sabemos por dónde irnos, cómo movernos o cómo recuperar el control perdido.

Momentos en donde todo se ve gris o parece que no hay ni siquiera un faro de luz que nos guíe a nuestro destino final. 

Pero ¿Cómo soportar eso? ¿Cómo sobrevivir debajo de un cielo rasgado por la desilusión, la tristeza y el desánimo? 

Los grandes líderes y personas que han trascendido nos han revelado ese secreto: 

No cansarse, siempre, a pesar de las dificultades, HAY QUE SEGUIR NAVEGANDO. 

Como los viejos lobos de mar, hay que tomar el timón del barco (de nuestras vidas) y a pesar de los fuertes vientos remar contra corriente. 

Es justo en estos momentos cuando podemos tomar un respiro de la vida tan ajetreada que llevamos. Sería muy provechoso anotar en un cuaderno las respuestas de ¿Quién Soy? ¿A dónde quiero llegar? ¿Cómo le voy a hacer? 

Por más que no veamos las cosas claras, podemos darnos este tiempo para pensar, reflexionar y sobre todo planificar el futuro. 

Hay que conocer nuestro destino. De nada sirve manejar el timón del barco si no tenemos un sitio a dónde llegar. 

Si te encuentras viviendo una situación complicada o que parece imposible de resolver, recuerda que más que problemas, son oportunidades que podrás aprovechar de diversas maneras. 

Todos los obstáculos son vencidos y todas las tristezas terminan. Nada es para siempre. Lo único que queda es nuestro corazón fortalecido después de navegar en la tormenta. 

No hay que cansarnos. Hay que seguir navegando.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario