Correr el riesgo es siempre una elección que tiene la emoción al despertarse.
Correr el riesgo es como volver a empezar, volver a respirar, como cambiar de calle. Es como un barco que comienza a navegar sin rumbo y sin saber dónde puede anclar.
Correr el riesgo es a veces dejar, es a veces llorar, tan sólo equivocarse;
es elegir, es ir sin preguntar; es un poco temblar, es algo más de vida.
Es como entrar de nuevo en una gran ciudad, tocar la soledad, perder lo que está cerca;
es como un viento fuerte que golpea al llegar, que nos deja entreabierta la puerta.
Correr el riesgo es intentar amar otra vez; a veces perdonar, también que nos perdonen;
es como un sueño tirado en un rincón; es como una canción que nunca cantamos.
Correr el riesgo es como volver a empezar, volver a respirar, como cambiar de calle;
es como un barco que comienza a navegar...
"La única manera de salir es atravesando" (Fritz Perls)
CORRER EL RIESGO ES LA HERMOSA OPORTUNIDAD DE SER, SABER QUE PODEMOS HACER REALIDAD NUESTRA MISION DE AMOR, Y NUESTRA MISION DE VIDA.
(Gracias, Jorge I.)
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