6 de agosto de 2010

PARÁBOLA DE LOS VIAJEROS

Un día decidieron ir a buscar entre las montañas la famosa fuente de la felicidad. El que bebía de ella se sentía plenamente feliz. Estaba lejos y el camino era difícil y empinado, pero ellos eran valientes y aventureros. Andaban, descansaban y pasaban las noches en tiendas de campaña. Estaban muy cansados, el camino transcurría entre zarzas, se caían y se hacían rasguños, pero seguían adelante. Algunos no quisieron seguir, pero los más fuertes habían decidido encontrarla.

Llegaron a un camino sin huellas, casi nadie había pasado por allí; aunque dudando y perdiéndose, seguían empeñados en su meta. Por fin ¡la fuente! El agua es fresca, pero es agua como las demás; sin embargo, se sienten felices y comentan: lo que nos da felicidad es el esfuerzo.

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