23 de noviembre de 2010

Dios y las manzanas




Encima de la mesa de un merendero infantil, una monja había dejado una fuente grande, con manzanas de color rojo brillante, carnudas y jugosas.

Al lado de la fuente, puso la siguiente nota: "Toma solamente una. Recuerda que Dios está mirando".

En el otro extremo de la mesa, había otra fuente, llena de galletas de chocolate recién sacadas del horno.

Al lado de la fuente, había un papelito escrito por un niño pequeño, que en letra cursiva decía: "Toma todas las que quieras. Dios está mirando las manzanas".

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