11 de diciembre de 2010

Carta a mi hijo

Querido hijo, no todo lo que brilla es oro. He visto caer algunas estrellas del cielo y quebrarse muchos bastones en los cuales uno confiaba para poderse sostener, por eso quiero darte algunos consejos y decirte lo que yo encontré y lo que el tiempo me ha enseñado, nada es grande si no es bueno y nada es verídico, si no perdura.

Considérate demasiado bueno para obrar mal, no entregues tu corazón a cosas perecederas, la verdad querido hijo, no es gobernada por nosotros, sino que nosotros debemos ajustarnos a ella.

No desconfíes de nadie tanto como de ti mismo, dentro de nosotros vive el juez que no engaña y cuya voz es mas importante para nosotros que el aplauso de todo el mundo.

Hay quienes creen que dominan una materia porque hablan de ella pero no es así hijo mío, no se tiene de las cosas por poder hablar de ellas, palabras solo son palabras y ten cuidado cuando fluyan en forma demasiado hábil y ligera, pues los caballos cuyos carros están cargados de mercadería, avanzan con pasos mas lentos.

Si alguien quiere enseñarte sabiduría mírale la cara, si lo ves enorgullecido déjalo no hagas caso de sus enseñanzas por mas famoso que sea, lo que uno no tiene no lo puede dar y no es libre aquel que puede hacer lo que quiere, sino que es libre aquel que puede hacer lo que debe hacer.

Y no es sabio el que cree que sabe, sino aquel que se percato de su ignorancia y logro sobre ponerse a la vanidad.

Desdeñar algo es fácil, hijo, pero es mucho mejor comprenderlo, no instruyas a otros hasta que tu seas instruido, acógete a la verdad si puedes, y gustosamente permite que te oigan a causa de ella.

Quiere solo una cosa y esa, quiérela de corazón, cuida de tu cuerpo pero no de tal manera como si fuera tu alma, sé recto con todo el mundo pero no te confíes fácilmente.

Sé correcto con cualquier persona pero confíate difícilmente, no adules a persona alguna y no te dejes adular, no quedes debiéndole a persona alguna pero se afable como si todos fueran tus acreedores, no quieras ser siempre generoso, pero procura ser siempre justo.

Si tienes algo ayuda y da con gusto no por ello te creas superior, si nada tienes ten a mano un trago de agua fresca y no por esto te creas menos, no digas todo lo que sabes pero siempre debes saber lo que dices.

Respeta y sigue a los hombres piadosos mas no a los santurrones, haz lo que merezca recompensa pero no pretendas obtenerla, si tienes necesidades, quéjate ante ti mismo y ante nadie mas, ten siempre algo bueno en tu mente.

Cuando yo muera, ciérrame los ojos y no me llores, ayuda y honra a tu madre mientras viva y entiérrala junto a mi.

Enviado por Miguel. ¡ Muchas gracias !

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