El ganador hizo un tiempo de 11:20...once segundos, veinte centésimas de segundo.
El cuarto lugar hizo un tiempo de 11:27...once segundos, veintisiete centésimas de segundo.
La diferencia entre ser campeón y alguien más, sólo fue de ¡siete centésimas de segundo¡
Al acercarse un comentarista a entrevistar al campeón le dijo:
Tuvo suerte de llegar en primer lugar porque la diferencia fue mínima.
A lo que el campeón respondió:
Si el levantarse todos los días a practicar mientras otros están dormidos; dejar de divertirse mientras otros sí lo hacen; realizar el mejor esfuerzo para que en cada entrenamiento le gane unas centésimas de segundo a mi propio récord, le llama suerte; entonces sí tuve suerte.
ANONIMO.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario